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¿Tatuajes RFID?

Haciendo las búsquedas habituales para estar al día de las amenazas a nuestra privacidad, me he encontrado con esta nota de Slashdot en la que explican que una empresa de St Louis, Missouri, llamada Somark Innovations ha probado de manera satisfactoria una tinta RFID que puede usarse para «marcar» tanto a ganado como a humanos (yo, en el metro a hora punta, también me considero ganado, pero no me va a gustar que me marquen).

Hay pocos detalles sobre el producto, pero se sabe que no contiene metal (por lo que es verdaderamente más inocuo que el Verichip, ¡un peligro si te tienen que hacer una radiografía!) y que se puede leer a algo más de un metro de distancia. El procedimiento de «instalación» es el habitual en el caso de los tatuajes: mediante una aguja esta tinta se inyecta bajo las capas más superficiales de la piel.

Hitler hubiera estado contento si hubiese podido marcar a los prisioneros de campo de concentración con esta tinta RFID y así haber podido optimizar la cadena de suministro «holocausto» y haber podido asesinar más millones de personas en menos tiempo, con un consumo de gas inferior y empleando menos personal. Siento la referencia macabra pero es que así lo veo yo. Espero que nadie que desempeñe sus labores en el ámbito empresarial se sienta ofendido por estas palabras.

Veo en mis feeds habituales que Félix Haro también habla del tema.

RFID en la nevera


Nada, para dar una alegría al personal, aquí tenéis la nota sobre la nevera con RFID que está a punto de lanzar Samsung.

Esta nevera lo que tiene es un lector de RFID y un pequeñín ordenador y pantalla LCD. El lector RFID detecta las etiquetas RFID que tienen los productos de la nevera (como los de leche Pascual, que jamás jamás hay que volver a comprar) y nos avisa del stock, si se tienen indicados unos mínimos por producto puede hacernos la lista de la compra, y enviarla por ejemplo a nuestro móvil. Probablemente cuando los supermercados le vean la utilidad económica permitirán que a través de plataformas B2C (business to consumer) esta lista de la compra se pueda enviar a la plataforma de e-business del súper en forma de pedido de compra, aprovechando la WiFi de casa…

Todo esto está estudiado y bien analizado. Por ejemplo, Johanna Smaros y Jan Holmström de la universidad de Helsinki, lo hicieron en su artículo «Viewpoint: reaching the consumer through e-grocery VMI» (ahí os va el resultado de Google Scholar para este artículo, por si de casualidad estuviese «en abierto» (¡como los partidos en la tele!) y se pudiera leer libremente).

VMI significa «Vendor Management Inventory» y es este sistema que acabo de describir mediante el cual el vendedor (Caprabo, Wal-Mart, Carrefour) puede llevar un control de stocks de «sus» productos en casa del cliente (o más específicamente, en su nevera). Es por esto que el RFID es el «sueño húmedo» de los mercadólogos y empresas de consumo, permite integrar al cliente en la cadena de suministro, porque permite metérsenos en casa y controlar lo que tenemos, lo que no tenemos… y por inferencia, saber lo que hacemos y lo que somos. Estas dos últimas cosas les interesan enormemente para saber con qué nos pueden tentar y sacarnos más dinero todavía. Así que estos sistemas matan dos pájaros de un tiro: te venden cartones de leche «just in time» para que nunca dejes de consumir ni tengas la opción de parar en la tiendita de la esquina y comprar un cartón, y encima conocen al dedillo tus hábitos alimenticios y te pueden sugerir «cosas nuevas que nunca se te habían ocurrido» pero que coinciden con tu gusto y que si caes, repetirás. Jugada maestra.

Después de semejante rollo, espero que estéis de acuerdo conmigo en que productos con RFID ni regalados, hay que mantenerlos bien lejos de nuestras casas. Como bien dice Versvs, la rueda, una vez inventada, no se puede desinventar. Así que intentemos que coches con estas ruedas no lleguen a ninguna parte. Os invito a ejercer vuestro poder de consumidores que es no darles vuestro dinero. No más productos Pascual en casa, por favor.

Artículo de El País sobre Pay By Touch

He estado más liada que la pata de un romano, así que han muchas, muchas noticias interesantes no han recibido la atención merecida aquí. Vamos a ver si logramos recuperar el tiempo perdido…

El otro día en El País leí este reportaje sobre el sistema de pago Pay by Touch, del cual hablamos hace ya algún tiempo aquí.

El canto de sirena para promover este sistema es el de siempre: la biometría proporciona seguridad y evita que se produzca el «robo de identidad». En el caso de Pay by Touch, se trata de usar un sistema de identificación por huella dactilar. Nos informan que lo que se guarda en el sistema no es la huella en sí, sino el resultado de un cálculo basado en la huella, un cálculo especial que garantiza que cada huella dactilar ofrece un resultado diferente, y también garantiza que a partir del resultado del cálculo es imposible averiguar cómo es la huella dactilar que lo produjo (a este tipo de cálculo en informática le llamamos una función de hash), por lo que, dicen, no hay problema de privacidad, puesto que Pay by Touch no almacena la huella.

Lo que nunca dirán, porque se trata de lograr que se acepte socialmente un sistema algo controvertido, es que las huellas dactilares se pueden «clonar». Se trata de obtener una huella (por el detectivesco truco de obtener un vaso usado, por ejemplo) y con mucha destreza realizar un pequeño implante de silicona que imite la distribución de los surcos de la huella.

Así que de seguro…….. porque el problema de estos sistemas, es que si «socialmente se consideran seguro», entonces los no enterados de estas tácticas tramposas no aceptan que el sistema ofrece posibilidad de error, y entonces ¡¡entonces sí tendremos robo de identidad de la buena!! Que nos hayan robado y falsificado el DNI «cuela», pero que «te roben la huella»…

Con RFID, la privacidad y la tranquilidad a freir espárragos


Llevamos mucho tiempo explicando lo que es el RFID y por qué a los responsables de marketing les resulta una excelente idea que todo el mundo lo utilice: ahora no solamente van a conocer tus gustos en sus bases de datos de CRM, sino que van a poder utilizar ese conocimiento en vivo y en directo y en el mejor lugar posible, en las tiendas, para bombardearte con publicidad personalizada a tus gustos exactos y precisos y al lugar en que te encuentras.

Las bases de datos de CRM y otra información sobre la vida y milagros de los consumidores están más que consolidadas. Sobre todo la de los que usamos internet muy frecuentemente, pero realmente se tiene que ser monje franciscano para escapar a esta recopilación de datos sobre nuestros hábitos (y en el caso de los franciscanos, ya se sabe, los hábitos son pardos, ¡¡así que para ellos no hace falta la explotación de bases de datos!!). No en vano empresas como Alexa, que se dedicaba (desde que la compró Amazon dicen que ya no) a meter cookies espías en los ordenadores de todo el mundo y a trazar de esa manera nuestros hábitos interneteros (que reflejan muy fidelignamente nuestros intereses), valen miles de millones de dólares. Y no es por los bonitos edificios que ocupan. Es por lo valioso de esos datos de marketing, es por los suculentos contratos que tienen con las principales empresas comercializadoras de productos para el gran público. Esta es la primera base del sistema.

Hace poco hablamos del proyecto, ya en fase piloto, de tapizar con infraestructura RFID al barrio comercial por excelencia de Tokio, Ginza. Es la segunda base del sistema.

Bueno, pues esta semana han presentado en el International Consumer Electronics Show de Las Vegas este producto, el POD, que resulta ser el tercer elemento del sistema… es un marco para poder emitir anuncios variados que funciona con RFID. Allá va la Vigi por delante de la panadería con su pasaporte RFID, el POD la detecta, rastrea en su base de datos cortesía de Alexa, de VISA, de FNAC, de… busca, busca, busca… AHA, le gustan los donuts. Vamos a ponerle un anuncio bien jugosito a ver si se anima y entra…

¿Me explico? Sabéis perfectamente de lo que hablo… lo vimos en Minority Report cuando a Tom Cruise, tras el transplante de ojos (por eso de no pasar por los sensores con los suyos propios…) se mete en un centro comercial y le empiezan a hablar los anuncios, dirigiéndose al «propietario original» de los iris que se están escaneando…

Si ya me fastidian las estaciones de metro publicitarias (esas tapizadas con la publicidad del patrocinador del mes) por lo intrusivas (En Barcelona, Universitat y Maria Cristina, supongo que en todas partes habrá alguna igual), esto de que el anuncio te hable a ti, a ti, A TI, debe de ser la muerte.

Fundas protectoras de RFID: ¡vaya si funcionan!


La gente de Digital Identity Forum ha cogido una funda protectora de pasaporte RFID de DIFRWear (comercializadas aquí por la vigi a través de ProtecciónRFID) y ha probado qué tan bien le funciona la jaula de Faraday cuando se intenta leer una etiqueta RFID que cumpla con el estándar ISO 14443, el usado en el pasaporte electrónico.

La respuesta está clara, los principios físicos no dejan de funcionar porque sí y el señor Michael Faraday ya nos lo había demostado en el siglo XVIII: funciona.

Para ver el video/demo, clicad en la imagen. Es un fichero mp4 que se descargará a vuestro disco duro.

Hasta los fabricantes de RFID lo tienen claro: ¡no al RFID en documentos de identificación!


Leemos en ComputerWorld que la Smart Card Alliance, organización que aglutina a los principales fabricantes y vendedores de RFID, recomienda que no se utilicen etiquetas RFID de lectura de «vecindad» en documentos de identidad.

El contexto de esta noticia es el siguiente: en octubre el gobierno estadounidense anunció la iniciativa WHTI (Western Hemisphere Travel Initiative, iniciativa de viaje para el hemisferio occidental), que consiste en la emisión de un carnet de identidad para que no sea necesario llevar pasaporte para viajar por estos países: Estados Unidos, México, Canadá, los países caribeños, y Bermuda.

En dicha notificación, los impulsores de la iniciativa dijeron que el carnet iba a ir equipado con una etiqueta RFID de lectura «de vecindad» (no de proximidad, sino de lectura a unas decenas de centímetros).

Si los nuevos pasaportes electrónicos, con RFID de proximidad, ya han sido leidos a distancia (y crackeados, y clonados), ¿qué pasará con identificaciones que ya de plano se pueden leer a tanta distancia?

No es de extrañar el enfado de los fabricantes de dispositivos RFID. Con tanta iniciativa neoconservadora tomada sin tener en cuenta los aspectos técnicos y que acarrean tantos problemas de seguridad y privacidad de datos, se temen que la mala prensa que esto está proporcionando a su producto acabe por matarlo.

Más: Postura oficial de Smart Card Alliance ante el WHTI (en inglés)

La Caixa introducirá las tarjetas de crédito con RFID a principios del 2007


Leemos en el periódico de actualidad económica Expansión que La Caixa va a ser la primera entidad financiera en introducir en España las tarjetas de crédito con RFID.

Dicen en Expansión que La Caixa intenta que la gente deje de usar el efectivo y se pase al «plástico». Tras el fracaso en la introducción de la «tarjeta monedero», ahora creen que con estas tarjetas RFID, o de «pago sin contacto», lo van a conseguir.

Esto es un despropósito. La tecnología RFID permite que la información en su chip se lea a distancia, y esto es lo que hace que dichas tarjetas sean mucho más inseguras que las normales con banda magnética. Con aquellas, para que alguien te la «clonara» (hiciera una copia de la información de la tarjeta y la pudiera usar gastándote el crédito) se la tenías que dar, y esto te permitía saber más o menos quién te había hecho la mala jugada: en el peaje, en el restaurante, en el hotel… ahora, con la lectura a distancia, cualquier malhechor con el lector adecuado «pululando» por un restaurante, una tienda,… puede hacerte la copia de los datos de la tarjeta sin que te enteres.

Es grave el asunto, y ejemplos de inseguridad hay a montones. El más claro y escandaloso es el de los nuevos pasaportes electrónicos o pasaportes RFID, dotados de esta tecnología, que se pueden leer a distancia, se puede crackear la encriptación, y se pueden clonar. Se puede leer sobre este asunto en el periódico británico The Guardian, que sería equivalente a nuestro El País.

Lo dicho, estas tarjetas con RFID no hay que aceptarlas, no debemos aceptar ser conejillo de indias de nadie, porque es nuestro dinero, es nuestra identidad, es nuestra seguridad lo que está en juego. Y si tu banco te «enchufa» la tarjeta obligatoriamente, pues a protegerse con las fundas para documentos RFID.

Las diez aplicaciones ¿prácticas? de RFID más locas


Vía Slashdot nos topamos con esta lista que contempla los 10 usos más raros de RFID.

1. Poner RFID a los niños para que no se pierdan (Japón, Dinamarca)
2. Poner RFID a las mesas del bar para ¿pedir cerveza? (Inglaterra)
3. Poner RFID al carnet de socio del club de fútbol para pasar por los torniquetes más rápidamente (Inglaterra)
4. (idea) Poner RFID a las personas que pongan un pie en el aeropuerto (Inglaterra, ¿de dónde si no podría venir semejante idea?)
5. Poner RFID a los tanques de guerra para disminuir «el fuego amigo» (Estados Unidos, un país cuyo ejército fue famoso en 2003 por pegar más tiros a soldados ingleses que a rebeldes iraquíes)
6. Poner RFID a los pacientes del hospital para no «confundirse con sus historias clínicas» (algo que no pasa casi nunca, pero que resulta ser uno de los mitos más usados por los promotores del RFID à go-go) (Alemania, Estados Unidos)
7. Poner RFID a las bolsas de sangre resultantes del proceso de donación (Alemania, Inglaterra)
8. Trajes-sastre (ehem!) de la muy británica Marks & Spencer (Inglaterra)
9. Los pasaportes, mi aplicación ridícula y peligrosa favorita, ya que estos pasaportes-RFID que se emiten hoy en día en EEUU, Canadá, toda la Unión Europea, y otros países, se pueden leer a distancia, clonar… un coladero de seguridad (por eso necesitas una funda protectora para tu pasaporte si fue emitido a partir del 1 de agosto del 2006, más información en ProteccionRFID.
10. Libros (Holanda)

Nike+iPod: dispositivo de control (y tú sólo creías que servía para correr entretenido…)


Leemos en Seattle P.I. que la Universidad de Washington (estado del que es capital Seattle) ha publicado un estudio en que explican cómo se puede utilizar este invento de zapatillas Nike que hablan con el iPod para hacer seguimiento de personas – ya que el dispositivo manda la señal con su identificador único -es decir, a través del cual se puede saber que el del cacharro eres tú- ¡¡¡a una distancia de 30 metros!!!

Han hecho un modelo bien completo que incluso deja ver la ubicación de una persona con Nike+iPod en una aplicación que usa Google Maps.

El informe completo se puede encontrar en este PDF.

Implantes RFID en serie televisiva estadounidense (Law & Order SVU)


Leemos en RFID Gazette que en un capítulo reciente de la serie Law & Order Special Victims Unit se trató el tema de los implantes RFID.

Culebrón total pero se saca moraleja (ojo, que esto es un spoiler): un marido celoso le mete un VeriChip a su esposa para controlar que no le ponga los cuernos. Pero se lo pone sin esterilizar y se infecta, y la señora se pone malísima. Se intenta tratar el dilema moral del abuso psicológico de ese marido y cómo se magnifica el daño que se puede hacer «gracias» a la tecnología RFID.

Bien por tratar temas de rabiosa actualidad, aunque sea tangencialmente. Bien por tratarlos de manera informada y con criterio.