Archivo de la categoría: Privacidad

Incendios, planes de contingencia y la pegatina

La #bonillista de hoy, escrita por Txetxu Velayos y tratando el tema del incendio del proveedor de servicio de almacenamiento OVH, los SLA (acuerdos de nivel de servicio) y qué diablos pasa cuando lo impensable sucede, me ha traido a la mente mis viejos tiempos de SysAdmin, así como esta pegatina. Agárrense, que vienen batallitas que ni las de la mili:

Vamos al tajo. Yo salí de la universidad como «computer scientist» de los de verdad: no me dejé ni una asignatura de matemáticas, ni de lógica, ni una de complejidad algorítmica, sistemas formales, inteligencia artificial. Me quité de encima la electrónica en cuanto me lo permitió el plan de estudios, aunque me chuté todas las de arquitectura de computadoras por lo flipante de la optimización de algoritmos que se explicaba, y la verdad sea dicha, las cosas en las que pensaba estaban muy distantes de la máquina o incluso de lo que se esperaba de un informático en el mercado laboral español de los años 90. Así que me fui… (insert other batallitas here…)

… y por azares del destino, ¡¡¡muy pronto me vi trabajando de administradora de sistemas!!! 200 servidores Windows NT distribuidos por toda Europa, medio centenar de ellos en el Data Center de la oficina.

¿Data Center en la oficina? Sí. De hecho el primer curso de formación que me dieron en esa empresa fue… ¡¡¡Halón!!! que era el gas que se liberaba en los data centers de aquella época en caso de incendio.

Eran unos tiempos muy curiosos. ¿Abrías una oficina o una fábrica en, pongamos por ejemplo, Hannover? Pues entonces tenías que deplegar al menos un servidor de ficheros y de impresión local, que además te servía de controlador de dominio. ¿Y cómo desplegabas? «Facilísimo». Hablabas por teléfono con tu proveedor de hardware (por ejemplo Compaq), acordabas con él la especificación del servidor y te mandaba el presupuesto. Lo imprimías, conseguías la firma de tu jefe y lo llevabas al departamento de Compras, que emitía el pedido. Un mes después más o menos te llegaba.

Te llevabas las cajas a tu mesa de trabajo, desembalabas la carcasa, los discos, el procesador, la memoria, otras tarjetas que necesitases (¡por ejemplo, una de fax!), pero normalmente eso era todo. Lo montabas todo (usando las manos, destornilladores,..), sacabas de tu cajón los CD’s y te ponías a instalar el sistema operativo, otros programas servidor (¡hola, MTA’s de MSMail y Schedule+!), lo dejabas todo listo para que en destino cambiases la direccion IP, conectases a la red y ¡todo listo!

Usar una imagen era impensable, el Ghost fallaba como escopeta de feria. Yo me automatizaba todo lo posible con DOS scripting (un conocimiento que muchos años después me ha hecho parecer una diosa nubia ante compañeros bastante buenos pero que en la vida habían visto una línea de comandos), todo y ello había muchísima componente manual en lo que hacíamos.

En destino (Hannover en este ejemplo) significaba: Si estabas a menos de 500 Km de distancia sin el Canal de la Mancha por el medio, metías tu servidor al coche, te pegabas un día conduciendo y al día siguiente montabas (si era el primero, también tenías que montar el rack). Si no, enviabas el servidor montado por paquetería, te pillabas un avión y allá ya acababas.

Esta última fase del trabajo podía durar de 15 minutos (colocar servidor en el rack, arrancar, cambiar la IP, conectar a la red, reiniciar) a 8 horas (hacer la instalación completa desde cero). El año 2000 me pilló con este trabajo, así que la cantidad de horas extra actualizando / sustituyendo servidores fue indecente. Idem la cantidad de puntos de línea aérea que acumulé y las ciudades que pude conocer cuando se alineaban los astros y la máquina arrancaba a la primera. De la complejidad algorítmica, ni rastro.

Dónde está el LISP, los sistemas expertos, la completitud de Turing y las gramáticas de Chomsky, que yo las vea.

Se imaginan los LOLZ que me pego yo sola cuando alguien jovencito se estresa por hacer un deploy de una máquina en AWS hoy en día 🙂 Ya en serio, esta experiencia me permite apreciar y agradecer todo lo que el IaaS, el PaaS, el SaaS, la nube, el DevOps y resto de siglas nos permiten hacer sin despeinarnos. La verdad, me quito el sombrero ante AWS, que inició todo esto, y resto de proveedores que no se quedan atrás .

Aparte de este trabajo eminentemente técnico y machacón, también nos encargábamos de la seguridad, los parches, el soporte, el diseño de la configuración de nuevos equipos y nuevas versiones de software… y las tareas que considerábamos administrativas y aburridas, no por ello menos importantes, al menos para nuestro management, que, quizás por aquello de que los servidores eran trastos con los que convivíamos, no entes virtualizados de varios niveles de abstracción, entendían lo que teníamos entre manos y podían ejercer sin problemas su sentido común.

Sentido común en este contexto es:

  • ¿Cómo diablos sigo operando mi negocio (vendiendo, produciendo, entregando, cobrando facturas, pagando proveedores y nóminas) si me quedo sin todo este trasterío?
  • ¿Cómo diablos recupero todo este trasterío, si se destruye, por ejemplo debido a un incendio? Recuperación de la información así como restauración del servicio.

A lo primero se le llama Business Continuity Plan. A lo segundo, Disaster Recovery Plan. Era nuestra obligación que ambos planes existiesen, estuviesen actualizados y fueran coherentes, aunque el primero lo compartíamos con las áreas operativas. Ellos sabían: ¿Cuál era el nivel de servicio que proporcionábamos a nuestros clientes? ¿Disponibilidad de atención a cliente, de tiempos de entrega, de stock de producto, todo ello por obligación contractual? En base a todo ello se escribía el plan y se tenía todo preparado por si había que utilizarlo. Eso significaba desde tener libretas de papel y bolígrafos para poder capturar pedidos, así como una preorden de oficina por si hay que mover allá el call center, poder enrutar las llamadas entrantes a unos cuantos teléfonos móviles, hasta tener los sistemas de información duplicados y poder hacer el cambio en caliente en caso de no disponibilidad del sistema principal.

Antes de explicar el Disaster Recovery Plan, déjenme hablar de backups o copias de seguridad. Antes de que se inventaran los backups por red, se hacían copias de respaldo de todos los servidores cada noche. Una vez a la semana hacíamos la copia completa, el resto de días solo la incremental. Y cada mañana enviábamos por paquetería los cartuchos de backup a la empresa que gestionaba los backups. Los cartuchos, por cierto, no se insertaban solos, había que empujarlos y a la mañana siguiente, sacarlos. Con las manos. En ubicaciones muy remotas contábamos con la valiosísima colaboración de la señora de la limpieza (que era la última persona en dejar la oficina por la tarde) para este menester.

Para el Disaster Recovery Plan, teníamos contratado un servicio con esa misma empresa que, caso de necesitarlo, ponía a nuestra disposición el hierro (servidores) y los CDs y los manuales que nosotros les hubiésemos proporcionado, así como la última versión de backup que habían recibido de nosotros. A esa ubicación se enviaba un equipo de técnicos (nosotros) para reconstruir todo y llevarlo a un punto que pudiera restablecerse el servicio de sistemas de información.

Lo más divertido es que en el plan incluíamos un ejercicio anual de prueba del propio plan (un quién vigila al vigilante, vamos). Me tocó participar una vez: coche en Manchester desde Londres a toda velocidad (nos cronometrábamos para ver cuán rápido podíamos restablecer el servicio), trabajar 16-20 horas seguidas hasta que todo quedase (y luego un fiestón mancuniano, una siestaza y de vuelta al sur). Y si no quedaba, pues entonces teníamos otra semana de trabajo garantizada identificando el por qué, corrigiendo los fallos en el procedimiento y volviendo a documentar.

Y vaya si son necesarios estos planes. Disaster Recovery no llegué a experimentar en vivo, Business Continuity Plan, sí. Nos explotó una empresa química en el polígono, nos evacuaron y se tuvo que montar sobre la marcha. Es una sensación increíble saber que tu pedantería a la hora de elaborar documentación ha significado que ningún paciente de EPOC de la campiña inglesa se ha quedado sin su entrega de oxígeno medicinal.

Volvamos a la actualidad: No existe ninguna razón por la cual tanto el Business Continuity Plan como el Disaster Recovery Plan hayan dejado de ser necesarios. Creo que las nuevas generaciones, especialmente las de management, están practicando el proverbial «ojos que no ven, corazón que no siente». Has migrado tu infraestructura a la nube. Cierto, ya no necesitas dos meses para aprovisionar hardware. Ya no necesitas pagarme el avión a Hannover, ni siquiera pagarme el sueldo. Pero la magia no existe. Solamente has externalizado la gestión de la infraestructura informática, eso significa que alguien más se ocupa de ella, pero no por ello es, por arte de contrato, irrompible: it’s someone else’s computer! Sigue siendo tu resonsabilidad estar preparado porque shit happens also on the cloud, tienes que saber cómo seguir dándole servicio a tus clientes (Business Continuity Plan) así como disponer de un Disaster Recovery Plan, o, en castellano común, cómo no perder irremediablemente lo más importante de una empresa del siglo XXI: tus datos, tu información, tu inteligencia. El poder echarle la culpa a otro con el contrato en la mano no te los va a devolver.

Enlace a la #bonillista de hoy: La Bonilista (mailchi.mp)

Un dron vigilando tu hogar. ¿qué puede salir mal?

Hace ya once añazos andábamos por aquí comentando con sorpresa que Microsoft estaba trabajando duro en el proyecto Natal. Acabaron llamándolo Kinect, ya saben, el control de la consola XBox que usaba una cámara.

Ayer, una vuelta de tuerca: Amazon anunció una cámara de videovigilancia que se da vueltecitas volando (literal) por tu casa a horas concertadas para que puedas ver a través de tu teléfono que todo está bien.

Afirman que hay más problemas de privacidad con el teléfono que llevas en el bolsillo que con este nuevo dispositivo.

Lo triste es que es cierto.

Lo más triste aún es que esos drones con cámara van a salir del hogar y pronto, muy pronto, los tendremos dando vueltas por nuestros pueblos y ciudades.

Y es que a la vez que el dron, Amazon ha anunciado la red Sidewalk, una especie de fon, o mesh network, o como quieran decirle, para que el excedente del internet de tu casa lo puedan usar los dispositivos IoT Amazon de tus vecinos si su conectividad va flojilla (y viceversa).

Obvio que esos drones callejeros van a usar Sidewalk.

Nos está quedando un futuro guapo, guapo.

Neuralink

Varias cosas que salieron en la presentación de Neuralink de este año:

  1. La novedad es que el paper que presentaron el año pasado se ha implementado. Se trata de un robot cirujano capaz de realizar implantes de 1024 electrodos en el cerebro. Una cosa interesante es que tiene la capacidad de evitar la vascularidad, o sea: nada de sangrado. Eso sí: te llevas una trepanación y sustituyen parte de tu cráneo por un material de características similares.
  2. El implante se comunica con el exterior a través de Bluetooth Low Energy (BLE) y dicen que las comunicaciones entre todas las capas van cifradas.
  3. Lo han probado con cerdos. Los han implantado y también los han retirado, porque el concepto es el de un procedimiento reversible, ya sea por cambio de opinión, o para actualizar con un modelo nuevo. El cerdo es similar al humano en su fisiología y además se pega cabezazos por todas partes.
  4. La primera parte de la demostración era la lectura de las neuronas disparándose en reacción a estímulos en el morro de un cerdo que se paseaba por su jaula en el estudio de grabación.
  5. La segunda parte de la demostración fue poner a un cerdo en una corredora, y ser capaces de predecir la posición de las articulaciones de sus patas en base a la lectura de los disparos de las neuronas.
  6. Obviamente el implante de cada uno de esos cerdos se hacía en las respectivas regiones del cerebro que controlan el morro y la motricidad. No es «un solo implante para todas las funcionalidades» (al menos con el número de electrodos actual y hasta que logren implantar varios órdenes de magnitud más).
  7. No hubo demo, pero se nos dice que el implante es de «lectura y escritura», es decir, que se pueden estimular neuronas para que se disparen.
  8. Las primeras aplicaciones, como ya había anunciado Musk a través del blog de Wait but why?, son médicas. Las obvias son visión para invidentes y motricidad para paralíticos.
  9. Han obtenido el visto bueno de la FDA para seguir adelante con sus investigaciones clínicas.
  10. Están a punto de iniciar el reclutamiento del primer estudio clínico: motricidad de tetrapléjicos. Se explica que se hará un «bypass»: Neuralink se comunicará con otro implante que esté más abajo de la zona de la columna lesionada, y de ese modo el paciente podrá entrenar a su cerebro para que controle sus miembros.
  11. Hubo una sesión de preguntas y respuestas con todos los empleados de Neuralink.
  12. Sí se mencionó Dark Mirror y sí se anticipa la capacidad de hacer «backups» de los recuerdos de las personas.
  13. Elon sí mencionó el tema de riesgo a nuestra especie que él advierte en la emergencia de una inteligencia artificial avanzada.
  14. ¡El objetivo de la presentación fue contratar personal!

Amazon rekognition en todos los interfonos y timbres de la puerta: ¡mala idea!

En el evento AWS re:Invent de 2017, Amazon anunció su producto de reconocimiento de imagen «Rekognition«.  Este evento anual es mareante, no solo por la cantidad de productos que se anuncian, sino por la creciente facilidad para integrarlos, en una especie de Lego gigante, donde los límites de lo posible los dictan tu imaginación y tu bolsillo. En el re:Invent de 2018 anunciaron más cosas todavía (¡estaciones de recepción de señales de satélites «on demand»!), pero eso lo dejamos para otro post.

Vuelvo a 2017. Cuando oímos hablar de «Rekognition», algunos nos echamos a temblar. Porque funciona no solo para imágenes estáticas, sino para videos, incluido en streaming, y porque si te pones el gorro distópico, no dejas de pensar en malos usos para esa tecnología. 

Pues este año ha salido a la luz una patente publicada por Amazon que combina «Rekognition» con el producto estrella de Ring, una compañía recién comprada por el grupo de Jeff Bezos. Adivinen qué fabrica Ring: timbres para la puerta. Ahora imaginen todos los timbres, todos los telefonillos, con una cámara que está constantemente grabando y que constantemente esté utilizando «Rekognition» para identificar caras y después compararlas con «fotomatones» de personas con un antecedentes penales. Conecten el sistema con la centralita de la policía local. Y añadan a la mezcla que el reconocimiento facial es especialmente fallón cuando se trata de personas de faz morena o mujeres. El último ingrediente es que estos sistemas sofisticados dan una sensación de falsa seguridad: se les supone una infalibilidad que no tienen. 

¿El resultado? Una pesadilla legal para los pobres «falsos positivos» que decidan salir a pasear y tengan la mala suerte de ser filmados por un timbre «Ring».

Aquí se pueden leer lo mismo que explico yo, pero más bonito y en inglés: ACLU Northern California.

Bye bye GoDaddy. Sveiki, Hostinger!


Estoy en proceso de resucitar este blog y resto de publicaciones que llevaban un largo tiempo agonizando debido principalmente a mi poca dedicación, y en segundo lugar al decrépito entorno de hosting que GoDaddy proporciona hoy en día.

Estas son las cosas que han colmado el vaso de mi paciencia y la han hecho más fuerte que mi apatía:

Así que, como ya he anticipado en el punto anterior, ahora estoy con Hostinger. Todo más fácil, más rápido (incluida una opción de deploy automático desde repos Git), una mejor experiencia. Los lituanos me han vuelto a despertar la curiosidad por ver cómo se adaptan los servicios de hosting a la era del Cloud, y el gusto por «trastear».

Sveiki ir ačiū, Hostinger!

La US Visa Act y lo que publicas en redes sociales

Desde que dejé de escribir aquí regularmente, el mundo se está convirtiendo en un sitio mucho más oscuro. Y no se trata de que al entrar en años una vea el pasado con ese sesgo que te impide ver lo malo o al menos lo tedioso y te magnifica lo bueno: la nostalgia. Comparativamente, no hay color. En las pizzas de Telepizza y las ensaladas de Iberia hay menos olivas. En el trabajo cada vez te dan más responsabilidad y te quitan espacio vital (vamos, que te confinan en un open plan con una densidad que me río yo de ciertos barrios de Calcuta). Todo, absolutamente todo, es más plasticoso y endeble. Se ve que la obsolescencia programada se ha convertido en una ciencia exacta e infalible.

Y luego viene Trump y gana las elecciones en Estados Unidos, haciendo buenas muchas predicciones y avisos publicados en este blog.

¿Se acuerdan de lo de la privacidad y las ranas en agua puesta a hervir? Tick. Ahora acuérdense de aquello de «escribir en Internet es como escribir una postal. Nada impide que el cartero, o quien tenga acceso al cachito de cartón, incluyendo el vecino cotilla del 7º4ª, lo lea». Pues si son viajeros y sobrevuelan o pisan Estados Unidos, ahora les va a empezar a impactar.

Se trata de la recién aprobada «Visa Investigation and Social Media Act of 2017«.

Según esta nueva ley, el ministerio del interior estadounidense debe revisar «toda la actividad pública en redes sociales» a la hora de decidir si conceder o no el visado a los aplicantes. Esto incluiría también a los que se postulan para el ESTA (el programa de control y autorización de entrada a Estados Unidos para extranjeros que no requieren visado, como por ejemplo los ciudadanos de la Unión Europea).

Dice el republicano Jim Banks al respecto: «Hacer que se revise lo que han publicado los aplicantes en redes sociales antes de darles permiso a venir a Estados Unidos es algo de sentido común. Las empresas lo hacen en su procesos de selección de personal, y creo que ya era hora de que hiciéramos lo mismo con las personas que solicitan un visado».

Y digo yo: tiene más razón que un santo. No porque sea algo bueno, sino porque es algo posible. Y era de esperar que tarde o temprano lo hicieran. Lo que esto implica para la libertad de expresión y las posibilidades de discriminación que se abren en este proceso a raíz de esta medida es harina de otro costal. Básicamente, un proceso que ya era bastante incierto para los que solicitaban su VISA se convierte en algo totalmente arbitrario.

Ejemplo práctico. El otro día esto me hizo gracia y lo retwiteé (¡patada a María Moliner!).

Si ahora me rechazasen una solicitud de ESTA, cuando soy una persona que representa un riesgo inexistente al país de las barras y estrellas, ¿sería debido a esa gráfica representación de los estragos que el viento y otros agentes atmosféricos perpetran en el cabello de cualquier ser humano (excepto Enrique Peña Nieto)?

Volvemos al tema de la postal y escribir en Internet. Publicar es un acto consciente, es una decisión que tiene que ser evaluada. En 2005 cuando empezó este blog y Donald Trump no era más que un «playboy» millonario entrado en añitos, así como en 2017. Es un constante caminar por la fina línea que va entre la expresión de tus ideas y la evaluación de las repercusiones que tiene exponerlas. En un Estado democrático como el que todos los ciudadanos de la Unión Europea tenemos el privilegio de habitar, siempre dentro del marco legal (no injuriar, no ofender, no discriminar, no hacer apología de la violencia), es un gran avance poder exponer nuestras ideas, defenderlas, refutar las que consideramos incorrectas, declararse orgulloso miembro de colectivos históricamente expuestos a discriminación y plantar cara cuando hay intentos de erosionar tus derechos y los de los demás. Escribir en Internet, en redes sociales, etc. es un ejercicio de responsabilidad. ¡Retwittear también!

En fin, si se rechazase mi hipotética solicitud de ESTA debido al golpe de viento al cabello de Trump, pues debería dar las gracias a Homeland Security por haber rechazado mi solicitud a hacer turismo en Estados Unidos. Ese hecho significaría que ya se habría convertido el país en un Estado fascista de culto al líder, y por lo tanto sería mejor estar fuera que dentro de ese país.

Pero claro, yo no soy una traductora del ejército estadounidense en Irak o una nigeriana homosexual, o nadie cuya vida dependa de un proceso de petición de asilo comenzado muchos meses atrás, cuando el mundo era un poquito menos oscuro.

¡Apoya la campaña a favor del cifrado fuerte de la Fundación Mozilla!

Mozilla Foundation Encrypt Campaign
Mozilla Foundation Encrypt Campaign

A través del grupo de Slack coders México me entero de una campaña de la Fundación Mozilla para promover el cifrado fuerte.

Se trata de unos videos cortos en los que se trata el tema de un modo sencillo para que cualquier persona pueda formarse una decisión informada sobre el tema. De momento están solamente en inglés. Voy a ver si hay manera de traducirlos y compartirlos con el beneplácito de los chicos de Mozilla.

Vale la pena compartir y difundir esta campaña.

EEUU: Regla 41 (Rule 41), puerta trasera a los ordenadores y teléfonos de todos los ciudadanos

Me contactan por correo electrónico para que difunda esta información en ¿Quién vigila al vigilante? Les doy las gracias por sacarme de esta sequía de publicación. Se trata de un tema crucial que merece toda nuestra atención.

Regla 41 resumen

Pues resulta que en EEUU se está intentando aprobar la modificación a una regla federal (la 41) por el mecanismo express alegando que se trata solamente de cambios de procedimiento y que no modifica los derechos y libertades de los ciudadanos estadounidenses.

El detalle es que tras una lectura no demasiado profunda surgen dudas al respecto. Dicha norma, si se modifica, permitirá a las autoridades federales a tomar control de las computadoras y los teléfonos móviles (SmartPhones) de los residentes en EEUU. No quiero entrar en términos técnicos, pero ¿se extrañan ahora de esas imágenes que corren por ahí de Mark Zuckerberg, Consejero Delegado de Facebook, con una etiquetita cubriendo la cámara Web de su laptop?

Mark Zuckerberg cubre su Webcam con cinta (fuente https://www.hackread.com/mark-zuckerbergs-laptop-cam-tape/)

Se puede leer más sobre el tema aquí (en español) y aquí (en inglés).