Hace unos años tuve la «suerte» de ser invitada a una cena como clausura a un programa de formación para managers de la empresa que me emplea. Asistió a ella un VP miembro de «familia noble burguesa» de Barcelona. A la proletaria que escribe esto le acompañaban también «pececitos de idéntica cuna» a la del patricio ejecutivo.
En un momento dado empezaron a hablar de programas de MBA, y el VP descartó de un plumazo opciones como ESADE e IESE (las escuelas de negocios «buenas» de la Ciudad Condal) con el siguiente argumento:
Los MBAs son para hacer contactos. Hay que irse a la LSE, a Fontainebleau… porque para tratar con los (inserten aquí las marcas de cava más populares del mercado) tenemos otros ámbitos y actividades…
Escuché, callé, aprendí y vi nítidamente el techo de cristal, normalmente transparente, del nepotismo reinante en todas, repito todas las multinacionales del mundo.
Todo ello me lo ha recordado esta viñeta de El Roto en El País de hoy.