Leo en El País que el artista argentino Calamaro abandona su cuenta de Twitter. En su blog, que continuará manteniendo, explica de una manera florida el porqué (no hay permalinks, así que tendrán que buscar el artículo «Twitter idiota» a mano):
«140 caracteres pueden metérselos profundo en el medio del ojete me importa tres pepinos perder un segundo mas en el rebaño de boludos con blackberry o lo que es peor …. conectados a la nada a cambio de demostrar que son infantiles».
y sigue:
«Progresía aborregada, ideologías desaparecidas … extinguidas hace ya tiempo. Participar en un coro de subnormales generadores de concepto Light. Que asco de post modernismo (perdón si me río) …»
En fin, que se sigue demostrando que lo que dijimos hace casi dos años, cuando los grupos mediáticos dieron a los blogs por muertos y le deseaban larga vida al rey Twitter, fue una combinación de lógica y sentido común aplastantes, y se está cumpliendo.
Pero esto lo dijo en un momento de lucidez? Igual aún le queda alguna gota de sangre en su alcohol…
Yo no soy fan de Calamaro, pero me hizo mucha gracia cómo explicó la banalidad y la reducción simplista que se da debido a la escasez artificial de espacio para explayarse.
Me hubiese gustado que hubiese dicho lo mismo en su cuenta de Twitter. ¡Hubiese sido un clásico «morir con las botas puestas»!