Leemos en El Mundo que se acaba de presentar una videoconsola muy especial, la Swinx. No requiere teclado, ni mando, ni pantalla, y sirve para que los niños de hoy jueguen a lo que todos nosotros hemos jugado sin necesidad de tecnología, solo con un poco de imaginación y capacidad de autoorganización: al pilla pilla, al escondite… eso sí, todos los amiguitos que juegan han de equiparse con una pulserita RFID.
¿Nos ponían intranquilos los Clics de PlayMobil de control de aeropuerto? Esto da directamente escalofríos.