Enrique Dans está tan enfadado como todos nosotros por el tema de la aprobacion de las enmiendas-torpedo a la Directiva de Telecomunicaciones que el Parlamento Europeo votó este lunes 7 de julio. Ha publicado un post en su blog titulado «El ataque de los neo-luditas» donde explicita una a una las últimas tonterías que los retrógrados inmovilistas que mueven los hilos del mundo en la actualidad (y entre los cuales están los mandatarios de esa institución carente de suficientes mecanismos democráticos llamada Unión Europea).
El título de su post refiere a los «neo-luditas», un movimiento de retrógrados que rechazan todo lo que esté relacionado con los avances tecnológicos modernos. Se les llama «neo» porque están haciendo lo mismo que hicieron los originales, los «luditas». Estos señores se dedicaron, a principios del siglo XIX, a rechazar con todas sus fuerzas la revolución industrial que se estaba gestando en Inglaterra. ¿Cómo? Pues a lo bruto (quemando fábricas) y también usando toda la influencia y poder que tenían. Los de ahora, pues, se dedican a poner todos los palos que encuentran en las ruedas de la nueva revolución, llámenla como quieran, postindustrial, de la información… dentro de un siglo ya se le habrá concedido un nombre oficial universalmente reconocido.
Bueno, pues rascando en la Wikipedia, me encuentro con un dato interesante: los neo-luditas basan su pensamiento e ideas en un manifiesto, «La sociedad industrial y su futuro«, escrito por un estadounidense llamado Theodore Kaczynski. No es de esperar que reconozcamos el nombre así a la primera, pero si os digo que su pseudónimo es «Unabomber» y que se trata de ese simpático señor que en los años 90 se dedicó a pegar bombazos en los edificios gubernamentales del estado de Oklahoma, ¿os suena ahora?
Me parece muy fuerte que una de las principales líneas de pensamiento de la Unión Europea, que justifica con aquel ya manido «no te quejes, es por tu seguridad en este mundo post once de septiembre»… ¡¡¡se basen en las erráticas ideas de un terrorista!!!