Y en una sociedad desquiciada surgen lunáticos que pueden hacer mucho daño.
Hemos seguido con atención los acontecimientos en el Reino Unido esta semana. Se han producido una serie de ataques con cartas-bomba. Y parece surgir un hilo conductor en esas acciones.
1) El lunes 5 de febrero, una empleada de la empresa Capita en Londres resultó herida por un paquete-bomba. Capita es una empresa de outsourcing de procesos de negocio, y entre otros encargos tiene el de gestionar el peaje de entrada a Londres.
2) Ayer martes 6 de febrero, dos empleados de una empresa contable en el Oaklands Business Centre de Wokingham, Berkshire, resultaron heridos por carta-bomba. Esa empresa contable trabaja para la empresa que vende las cámaras y radares de velocidad a las autoridades británicas.
3) Y hoy 7 de febrero ha explotado un paquete bomba en las oficinas de la DVLA en Swansea, Gales, es decir, en la Dirección General de Tráfico británica.
¿¿Casualidad??
Actualización: Quiero que quede muy claro. NADA JUSTIFICA NINGÚN TIPO DE VIOLENCIA. Y estas acciones en particular SON MÁS INÚTILES TODAVÍA. Aunque alguien tenga una razón válida para estar paranoico contra una institución, CON UNA CARTA BOMBA SOLO LE VUELAS LOS DEDOS AL POBRE EMPLEADO QUE SE ENCARGA DEL CORREO. ABOMINO Y CONDENO CUALQUIER TIPO DE VIOLENCIA.
(Gracias Anónimo por hacerme saber que este post se podía malentender)