http://www.elmundo.es/navegante/2007/07/25/tecnologia/1185349009.html
Leemos en El Mundo que el gobierno de Malasia quiere aprobar legislación que le permita controlar el contenido de los blogs y perseguir a los que viertan insultos contra grupos religiosos, étnicos, o el jefe del Estado (el rey, pues).
El gobierno dice que esto no es un límite a la libertad de expresión, sino que las mismas leyes que penalizan las injurias y que se aplican a todos los ciudadanos "incluídos los miembros del parlamento" apliquen también a quienes expresan sus opiniones en Internet.
Si tenemos en cuenta la multiculturalidad del país, el precario equilibrio entre comunidades, y las lindezas que un blog malayo, el "Malaysia Today" publicó recientemente (describía el Islam como una gran mentira fabricada por los árabes), podemos entender qué pretende evitar el gobierno malayo.
El problema es que aprobar medidas que limiten la libertad de expresión es como las armas cargadas: aunque no tengas intención de hacer daño, llevar una pistola encima es muy peligroso, porque o te la puede quitar alguien que sí quiere hacer daño, o se te puede disparar sola.
Estamos en un mundo cambiante. ¡¡¡Quién nos iba a decir hace dos o tres años que la alumna aventajada de las nuevas naciones de la Unión Europea, Polonia, iba a rechazar la carta de libertades de la Unión Europea y que quiere legislación específica para prohibir el acceso a puestos públicos a personas de orientación sexual diferente a la heterosexual!!! ¡¡¡O que en Tulsa, Oklahoma, iban a expulsar a una niña del colegio por negarse a rezar antes del comienzo de los partidos de baloncesto del equipo de la escuela, al que pertenecía!!!