El programa de alquiler de bicis en Barcelona, el maravilloso bicing, tiene para mí un fallo colosal: se sirve de RFID para controlar las entregas y recogidas de las bicicletas, y encima la tarjeta de usuario lleva también RFID.
Así que ahora no salgo de casa sin mi cartera billetera con jaula de Faraday, que evita las lecturas indeseables de la tarjeta, y tengo experiencia diaria de que funciona, ¡vaya que si funciona! porque si no abro la cartera junto al lector, pues no se efectúa la lectura.
Aunque lo verdaderamente importante de la experiencia es que esas ventajas tan increíbles que nos intentan vender los defensores del RFID en la práctica no aplican. A mí me parece alucinante que todo el mundo, sin excepción, que he visto sacar una bici antes que yo, saca la tarjeta de su tarjetero y la pega, físicamente, al lector. Así que ni facilidad de uso, ni ahorro de tiempo, ni narices. Tardan lo mismo que si usaran una tarjeta convencional con banda magnética, pero eso sí, llevan la tarjeta expuesta a una lectura no deseada, que alguien se clone tu tarjeta bicing (que no requiere ningún tipo de contraseña para utilizarse) y monte un negocio de venta de bicis «guays» a tu costa. Porque hay que recordar no devolver una bici de éstas en 24 horas supone un «palo» de 150 euros, cobrados directamente a la tarjeta de crédito que utilizaste en el momento de darte de alta en el servicio.
A partir de ahora esto va a ser una avalancha de plástico RFID, y si no, recuerden este comentario.
Bueno, mi cartera billetera no viene con jaula de Faraday incorporada, pero he intentado acercarla al lector sin sacar la tarjeta y no hay manera. El RFID de la tarjeta de Bicing tiene muy poco alcance. Al menos, el de la mía.
No permite una distancia de lectura de un palmo con el lector de las estaciones base, claramente, pero abriendo la cartera y acercándola al lector un centímetro (no pegándola al lector) a mí sí que se me realiza la lectura. ¿Quizás haya estaciones que tienen el lector más o menos finamente calibrado? Yo no he tenido problemas en los de Pl Catalunya, Pl Universitat, Barceloneta (Pg Joan de Borbó), Monumental, Bruc/Aragó y Marina/Industria.
Saludos 🙂
Matizo mi afirmación anterior. No he tenido problemas de lectura, pero frustración por ver 4 o 5 bicicletas aparcadas y que la pantallita me diga que no hay ninguna disponible… ¡y eso que el RFID de las bicis debía ofrecer una cadena de suministro insuperable, incluyendo el control, conteo y gestión de stocks-bicis!
Saludos.
vaya… yo convivo con la mía (con mi primera tarjeta RFID) hace ya tiempo. Cada día para entrar al parking… ¡qué ilusión! Y del mismo modo la cartera (yo tengo la de documentos, no la billetera) funciona de lujo 🙂
PD. Manda webos que ni con RFID consigan llevar bien el inventario xDDDD
Pues me preocupa que se vaya a popularizar esto del RFID y que tengamos que ir todos con la jaulita de Faraday… me recuerda a V de Vendetta cuando los policías activan un cacharro que evitar que les escuchen los servicios de rastreo del gobierno (totalmente legales para la protección de los ciudadanos)