En la revista The Manufacturer han publicado un artículo en el que intentan romper el mito que dice que en realidad son solo un puñado de empresas las que están colocando etiquetas RFID en sus productos para mejorar sus cadenas de suministro.
La conclusión del artículo es que no solamente los proveedores de Wal-Mart y el ejército estadounidense (los primeros en exigir el uso de la tecnología) lo usan, sino que hay montones de aplicaciones distintas y conocen miles de casos de implementación RFID.
Nosotros desde la Vigi desde luego le damos a esto una interpretación diferente.
El mencionado mito ha sido en realidad creado por la industria del RFID al constatar que a la población en realidad sí le importa su privacidad y siente reticencia a llevarse a su casa productos con RFID (lo cual haría que la casa del cliente y el uso que le da al producto fuera un paso más de la cadena de suministro escudriñada por el fabricante y comercializador, es decir, el comprador pasaría a ser solo un paso más de dicha cadena, tan monitorizado como el resto). Es por eso que se crea esta cortina de humo en torno al RFID y no se dice abiertamente qué productos lo llevan incorporado.
En España solamente el Grupo Pascual se ha atrevido a anunciar a bombo y platillo que sus productos llevarán RFID a principios del 2007.