Leemos en Kriptópolis el último «recetario de cocina» para, con unos 15 euros más algunos conocimientos de electrónica, poder clonar un chip Verichip.
Lo hemos dicho por activa y por pasiva: dejando incluso de lado los temas de privacidad (suficientemente graves por sí mismos) la tecnología RFID no ofrece garantías de seguridad a los datos guardados en el chip.
El coste de entrar a los archivos de la Procuraduría General de la República de México: 15 euros. El coste de entrar al Baja Beach de Barcelona gratis, sin hacer cola y encima tomarte los mojitos que te dé la gana a costa del idiota que se implantó el chip en el brazo: 15 euros.
Txe. La idea de tomarse las copas a costa de un pijo-VIP mola muchísimo. ;-D
Pues sí que tiene su puntillo 🙂