Vaya día el de LinkedIn. Leemos en Naked Security que ha habido una filtración de un fichero con información de cuentas (incluidas contraseñas) de millones de usuarios de LinkedIn.
Así que a cambiar la contraseña YA.
O a dar de baja la cuenta, lo que prefiráis.
Sigo esperando ese momento irónico en el cual el CEO de LinkedIn se desfoga y califica de bandidaje eso de acceder a la información de otro sin pedir permiso…
Triste, pero cierto. Pero cuando hoy vi el tándem de noticias no me lo creía: ¡vaya timing! Y luego la mítica, claro… aunque a mí nunca me gustó nada eso de «ladrón que roba a otro ladrón…» 😛
Creo que el CEO de LinkedIn está escondido debajo de una piedra. O tomando el sol en las Bahamas, que para el caso es lo mismo, y en realidad lo segundo es más probable. ¿Tú crees que le importa la reputación de su empresa, mejor dicho, de la empresa que dirige? No, mientras su «golden parachute» esté blindado. De hecho podría ser al revés, quizás esté deseando que pase algo así, que lo echen y el paracaídas «se abra»… Esto de las compensaciones a directivos es un sistema de incentivos totalmente perverso.
Me gustaría saber cuánta gente ha acogido esta noticia con la siguiente reflexión «de qué narices me ha servido estar en LinkedIn» y de estos, cuántos se han dado de baja del servicio. (A mí me va bien para encontrar información y para nada más. Mis trillones de contactos me permiten husmear bastante 🙂 )
Por cierto: Dudo que publiquen esta estadística.