Una, que está acostumbrada a Amazon y a los precios en Inglaterra (donde el comercio se lleva más en las venas que en latitudes más sureñas, y un tendero prefiere vender barato antes de que se le pudra la mercancía o incurra en unos gastos brutales por almacenamiento de stock viejo), así que de pasta de boniato me quedé el lunes en Valencia trasteando por la pequeña tienda FNAC de la estación del AVE allá, y hoy en Atocha en el quiosquito de la estación. Libros de bolsillo de una calidad de impresión ínfima, y de calidad intelectual por determinar -desde los últimos bestsellers que nos llegan de Escandinavia hasta los textos de autoayuda para ejecutivos o wannabes que si no está en PowerPoint ni se lo miran- a unos precios exorbitantes: 15 € lo más barato que te puedes echar a la bolsa para hacer tu trayecto más llevadero.
Y luego dirán que es Internet lo que mata(rá) a la industria editorial…
Estas navidades quise regalar las tres temporadas de Los Tudor. Busqué en tiendas españolas y el precio era un atraco. En Amazon.co.uk valía un tercio, eso si, con subtítulos en inglés. En este caso no pasa nada, pero es muy fuerte que los españoles que no sepan inglés tengan que pagar tres veces más por el mismo producto. Luego dicen que hay piratería!
Probablemente sea consecuencia de una política paternalista basada en el precio único que creo que finalmente habrá perjudicado a todos (a los paganos bastante más que a los vendedores)
Bueno, por suerte tenemos mensajeros e internet, que nos permite comprar en el extranjero.
Pues tienes razón, Pere. Es como siempre, ya harán algo cuando la fuga de clientes hacia Amazon UK se empiece a notar en sus cuentas de resultados.