Este asunto que parece tan novedoso, en realidad está considerado un derecho de los pacientes desde hace muchos siglos. Está documentado al menos desde el siglo V antes de Cristo, cuando Hipócrates escribió su ultra famoso juramento, que enumera los principios básicos según se rigen los médicos desde entonces y hasta la actualidad.
En él podemos leer:
Guardaré silencio sobre todo aquello que en mi profesión, o fuera de ella, oiga o vea en la vida de los hombres que no deba ser público, manteniendo estas cosas de manera que no se pueda hablar de ellas.
Esperemos que en esta época de bits y bytes, los médicos puedan seguir garantizándonos este punto.