Copio y pego de un post de Pablo Soto. Se trata de una conversación en Twitter con Félix Lavilla, ese senador que se dedica a insultar a Enrique Dans en un estúpido conato de macarthismo. Por supuesto hablan del decretazo incluido en la (supuestamente) ley de economía sostenible, que añade un quinto supuesto a la LSSI para permitir que un comité de expertos dependiente del ministerio de cultura esté capacitado para cerrar páginas Web que «violen la propiedad intelectual» y que se estaba cociendo desde octubre.
Pablo: Me sorprendes. El único cambio que aporta a LPI y LSSI es ese; la desjudicialización de cierres por medio de la comisión.
Félix: los cierres están ya previstos en la LSSICE en determinados supuestos y con expresa referencia protección libertad expresión.
Pablo: Efectivamente, y el anteproyecto dice que el ejercicio de las funciones previstas en los artículos 8 y 11 ahora es de Cultura.
Félix: la propia LSSICE habla de «las autoridades competentes» respetando los derechos de libertad de expresión.
«La Autoridad Competente» es un «placeholder», es una muletilla que, de ser incluida en una ley, permite después hacer las barrabasadas que se le antojen al mandamás de turno. Según Félix Lavilla, no ha razón la polémica actual porque en la LSSI ya se hablaba de «La Autoridad Competente». Y una comisión de expertos del ministerio de cultura lo es, competente y sobre todo imparcial, ¿¿verdad??
Pues sigan leyendo las reflexiones de Pablo Soto, al que recordarán por el caso Manolito: La SGAE lo llevó a jucio por haber escrito software P2P.
Cuando empecé a leer el anteproyecto me fui sumiendo en una especie de trance derrotista. Ya todo da igual; el juicio, los hechos, la ley. Se me quita el derecho a la tutela judicial. Serán directamente las discográficas, mediante la Comisión del Ministerio de Cultura, quienes tendrán el poder de decisión y ejecución. Las mismas que me piden 13 millones de euros, que me ponen detectives privados, que me atacan usando todo a su alcance, incluida mi enfermedad, aquellas mismas discográficas que me acusan de parásito, de haberme forrado y de ser un delincuente, decidirán. No tendré derecho a proceso legal, con representación de mi abogado, vistas, y esas pequeñas cosas que hacen que no me hayan aplastado, todavía.
¿No se les ha puesto la piel de gallina?
No. No se me ha puesto la piel de gallina. Hace tiempo que la tengo así. Nada de esto es nuevo. Todos los gobiernos españoles se han saltado los fundamentos del estado de derecho. Este último caso se ha hecho público porque ha tenido una respuesta multitudinaria. Pero hay muchos más que no mueven a nadie. El penúltimo la justicia ya no es gratuita: http://quemandoiglesias.blogspot.com/2009/12/quien-nos-defiende-del-defensor.html
Anna, me has dejado sin palabras……….. y eso es muy difícil.