UK nos da siete vueltas al resto de Europa en la «sociedad del»… ¿conocimiento? Quizás también, pero desde luego sí en la «sociedad bajo vigilancia». Nos ganan en cosas como por ejemplo el número de cámaras de CCTV (circuito cerrado de TV) instaladas en la calle. Ahora están como locos para implantar su documento de identidad (que como buenos anglos no tenían), dicen las malas lenguas que con la Oyster Card (un dispositivo RFID que hace las veces de «bonobús») las autoridades de Londres pueden conocer los hábitos de transporte de sus ciudadanos, y ahora esto.
En este caso el objetivo es loable: controlar a los cafres al volante desde «el ojo en el cielo que lo ve todo». ¿Y quién me dice a mí que no van a controlar también dónde esté mi vehículo (y por ende yo) en todo momento para fines ajenos a mis intachables técnicas de conducción?
La gente de The Register lo explican más bonito.