Schrödinger fue este físico de entreguerras que definió la mecánica cuántica y que para explicar sus planteamientos (el observador modifica el estado de un sistema por el simple hecho de observar) se inventó una de las metáforas más raras que existen: el gato de Schroedinger, que por misterios de la naturaleza está vivo y muerto a la vez.
Pues ahora que viene Navidad no puedo evitar enlazar al «turrón de Schrödinger«. Me he partido de la risa.