Y es que ya se sabe. Los poetas que son muy sensibles escriben a veces sobre cosas como la fraternidad y la libertad, y claro, eso a la junta militar de turno no le acaba de caer del todo bien.
Resultado: el chico detenido en un cibercafé y quién sabe dónde (o cómo) estará a estas horas. Registro en su casa y en la de todos sus familiares. Miedo atroz.
Ojalá se hagan eco de la noticia, y de este matiz. Los que defendemos la privacidad y también, por qué no, el derecho al anonimato en Internet no es para defender a terroristas o a pedófilos. Es porque nunca se sabe qué junta militar va a dar un golpe de estado en tu país y no queremos que ninguna persona, por expresar su opinión en su blog (entre otros muchos sitios) acabe con sus huesos en la cárcel o incluso en una caja de madera de pino a 2 metros bajo tierra.
Lo peor es que no es ni el primero ni será el último.
Todo por compilar este poema de Saw Wai.
Dudo mucho que esta noticia salga en los telediarios.
Free Burma
Parte de la humanidad ha sucumbido por tener sus propias ideas.
No hay mayor pecado,
que no seguir al abanderado
[© Crae] Por eso hay que vigilar al vigilante.
¡Salud!