Leemos en algunos medios que el 8 de marzo recién pasado se presentó en el parlamento sueco un plan del Gobierno para autorizar el espionaje por parte del ejército a los ciudadanos suecos: retención de los datos de sus comunicaciones y acceso a esos datos sin requerir orden judicial alguna.
Si el proyecto se aprueba, entrará en funcionamiento el 1 de junio.