Hijos de los hombres: menudo panorama… ¡probable!


El 20 de octubre se estrenó en España la última película del director mexicano Alfonso Cuarón, Hijos de los hombres (Children of Men en la versión original), basada en la novela homónima de la escritora londinense PD James.

Intentaremos que esto no sea un «spoiler» (o sea, un «trailer» o avance de la película… que te joda el ir a verla («spoil») porque te explica el final)…

Es el año 2027, apenas 24 después del comienzo de la horrorosa guerra de Irak que marcó el comienzo del fin de la civilización occidental. El mundo «maldichamente» desarrollado ha sido aniquilado por los terroristas a base de bombas atómicas y lindezas del estilo, y solamente el Reino Unido aguanta el embate. Lógicamente este país se ha convertido en un estado militarizado y represivo (ya que se han implementado las autentiquísimas y nada ficcionales ideas geniales del señor Blair que tanto nos gusta comentar en este blog) en el que todos los extranjeros, repito, todos, no solo los morenos o asiáticos, sino también los gringos, alemanes… tan blanquitos ellos, han sido declarados «fugis» (fugitivos) y a la que los pescan, se los llevan a horribles campos de concentración -se supone, bueno, se los llevan en horrorosos autobuses blindados con muy mala pinta.

Hay momentos que llevarían al éxtasis a los miembros de la campaña británica No2ID en contra de la implantación del carnet de identidad, como cuando los polis malísimos de negro gritan a una multitud: «¡¡Los papeles!! ¡¡Los papeles!!» Se siente tan horrible que no hay mejor publicidad a su causa que esta peli.

Pero por si esto no fuese suficientemente chungo, lo que es el colmo es que dieciocho años antes todas las mujeres del mundo se han quedado estériles. No hay niños sobre la faz de la tierra. La película comienza con la tristísima noticia de que «el niño Diego», un argentino con el honor de ser la persona más joven del mundo, acaba de ser asesinado…

Clive Owen borda su actuación. Julianne Moore no me resulta creíble como rebelde, por mucho que se esfuerce (¡lo siento, Ju!). El rey de la película para mí es el inefable, fabuloso y único Michael Caine haciendo de hippy anciano, humano, tierno y cínico como solo él sabe.

La historia en sí me gustó, el ritmo tiene algunos bajones en la peli, pero vale la pena verla. Cuarón me gusta sobre todo por la rica textura de sus pelis, vamos, que las llena de detalles, sorpresas, guiños… es una peli internacional claramente, pero me encanta sentir su humor, muy mexicano -por si no lo conocéis, es muy parecido al belga – por si no lo conocéis, es una mezcla de tierno, sencillo, y de repente con puntazos muy cínicos e incluso crueles.–

Ahora quiero leerme el libro, porque en el primer párrafo, ya me he encontrado un guiño de Cuarón: el argentino jovencito según PD James se llamaba Ricardo. Pero el director, ¿¿cómo podía llamar a la adoración e ídolo de Argentina, sino Diego?? Si la vais a ver, no os perdáis ni un cartel, ni un anuncio, ni una camiseta que aparezca en esta Inglaterra del futuro probable.

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4 comentarios sobre “Hijos de los hombres: menudo panorama… ¡probable!”

  1. ¡Mi intención es verla este finde! Ya te contaré… No he leído el post… por si acaso 😛

    Y tengo pensado hacer pedido de libros a Amazon, cuando reúna todas mis referencias ya te contactaré, porque recomendaste uno sobre privacidad… que te hablaron… 😉

    Hasta luego!

  2. Buenoooo, ¡la ví ayer! Me gustó mucho… Sobre todo el detalle de ambientar en Londres (aunque cualquier ciudad occidental habría bastado, creo que Londres es especialmente interesante), ver las banderás verdes que todos conocemos, y todas las envidias… Me gustó me gustó 🙂

    Hasta luego!

  3. Estupenda película, de un calado político muy jugoso. Los mejicanos están reanimando el género fantástico y de ciencia-ficción.

    Más que futuro, «Hijos de los hombres» se situa en un presente fabulado y intencionadamente exagerado para hacernos reflexionar sobre las paradojas de una civilización como la nuestra, opulenta pero sumida en un pesimismo que requiere redención. Y esa redención viene del Otro, de los países mal llamados subdesarrollados.

    Cuarón firma un relato utópico, pero con intenciones claras de mostrar una realidad que él comtempla oscura y necesitada de esperanza.

    Un saludo. Si os apetece dejaros pasar por OjO de buey:

    http://elhilodepenelope.blogspot.com/2007/05/hijos-de-los-h

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