y lo hacen en un artículo de La Vanguardia: Inventan una tienda inteligente con probador interactivo.
Me consta que tiendas con stock etiquetado con RFID las hay en Barcelona desde hace ya algunos años. Solo que ahora empiezan a destaparse aludiendo «sus bondades». Propongo votar con la cartera: en cuanto se desvele el nombre de estas tiendas, dejemos de comprar en ellas. Es la única manera…
2×1: te muestran anuncios adaptados (marcas, precios) a lo que vas buscando y lo que ya llevas puesto (imagino que uno no va desnudo a una tienda de ropa) y además se ahorran pagarle a nadie pa que te dé la brasa. Lo dicho: un 2×1…
Y con las prisas no lo dije: ¡qué bien tenerte alive and kicking de nuevo! 🙂
¡Gracias! Me tomé unas vacaciones de las mías: largas y lejanas, esta vez en un enorme país no democrático. Tengo que ver sobre qué cosas puedo y no puedo escribir. Esa gente lo vigila todo y maldita la gracia poner en un apuro a la gente maja que conocí allá y con la que tuve oportunidad de pasar unas veladas increíbles…
Creo que no lo he entendido bien… ¿Cuál es el problema del etiquetado RFID para controlar el stock?
El problema, Indarki, es que cuando el cliente compra la prenda (o el zapato – El Corte Inglés usa RFID en ellos desde hace ya bastante), el chip RFID no es desactivado. Por lo que en teoría puede ser trazado. Por ejemplo, Mango o Zara podrían comenzar a llevar un control de visitas de portadores de jerséis de pico azul vendidos por ellos. Llevándolo más allá, si pagas tu suéter con tarjeta de crédito y por lo tanto quedas «retratado» contra ese chip RFID específico de tu suéter, Mango o Zara podrán saber cuándo vuelves a su tienda. Eso es profiling. ¡Eso no se debería permitir sin consentimiento del cliente!
Las tiendas y sus productos deben modernizarse, tanto la forma de exponerlos como la forma de almacenarlos y guardarlos seguramente. La decoración de una tienda es importante de cara a la venta, jugando un papel crucial su mobiliario.