Sencillísima me ha resultado la actualización a la última versión de Ubuntu. Para celebrarlo, os dejo con las reflexiones de Pere sobre cómo debería Ubuntu publicitar sus actualizaciones si tiene intención de extenderse a seres humanos de verdad y no solo el subconjunto geek que no puede esperar a tener un juguetito nuevo entre las manos: se tiene que enfocar en las versiones que tendrán soporte durante un largo tiempo (2 años), las LTS.