La Electronic Frontier Foundation acaba de lanzar una campaña para exigir a Google a que detalle una política de privacidad más restrictiva para su producto Google Book Search.
Los de la EFF están preocupados (y con razón, porque es un tema casi sagrado) por el uso y abuso que se puede dar sobre la información recogida sobre hábitos de lectura, intereses de lectura… En Estados Unidos, uno de los colectivos tradicionalmente más involucrados en esto de la privacidad ha sido precisamente el de los bibliotecarios, que consideran como secreto profesional estos hábitos de lectura, siendo para ellos tan importante la libertad de documentarse como la de expresión.
Recomiendo que apoyéis la campaña. Está bien masticadita: EFF le enviará automáticamente un correo a Eric Smith, CEO de Google, en vuestro nombre exponiéndole la preocupación por este tema. Quien quiera, por supuesto, puede sustituir el texto creado por EFF por sus propias palabras.
Tienen razon la EFF y los bibliotecarios celosos de los datos relativos a los habitos de lectura.
La intimidad protege las libertades dado que en caso de deriva del gobernante hacia la tirania todos esos datos le serian valiosisimos para su proposito.
El problema estriba en que la unica manera de proteger la intimidad implica desistir de hacer acopio de datos que es justamente la razon de ser de Google.
Pero si Google renuncia tampoco se avanza mucho ya que muchas otras iniciativas se aprestarian a ocupar su lugar.
Es la propia naturaleza de lo digital lo que expone la intimidad.
Quizas pudo haberse diseñado una internet que salvaguardara la intimidad pero habria exigido un irreal grado de concienciacion de los usuarios, como lo demuestra el exito de Facebook y similares, lo cual tampoco es sorpresa si se antiende a lo que significan las tarjetas de credito.
Claro que sí. Google no es malo, solo quiere hacer dinero, ¡como cualquier otra empresa! El problema es que ese objetivo loable (en el mundo capitalista) entra en conflicto directo con nuestro derecho a la intimidad, privacidad, secreto de las comunicaciones, y todas esas cosas.
Que a la gente no le importen estos temas es la victoria de los que explotan comercialmente los datos, han logrado que la erosión de esos derechos sea algo comúnmente aceptado.
¿Soy yo la única que opina que al menos en España Facebook es una herramienta para gente con un nivel cultural ínfimo? Esos comentarios tipo Nenaaaaaaaaaaaaaaa…… ¡lo delatan!
Da miedo pensar que esta herramienta de cotilleo y para abrazar hamsters (¿?) sea lo que ha logrado que mucha gente finalmente utilice Internet. En principio eso hay que agradecérselo a la herramienta: ha hecho más por el «avance de la sociedad de la información» que muchos planes Avanza. Pero en realidad, ¿un crack poniendo SMS es un ingeniero en telecomunicaciones? ¿Una juventud que usa nativamente las redes sociales nos asegurará una futura generación de informáticos y científicos e ingenieros en general?
-«La IFLA cree que el derecho al conocimiento y a la libertad de expresión son dos aspectos del mismo principio. El derecho al conocimiento es un requisito para la libertad de pensamiento y de conciencia; la libertad de acceso a la información es una condición imprescindible para el ejercicio de la libertad de pensamiento y de la libertad de expresión.
La IFLA afirma que el compromiso con la libertad intelectual es una responsabilidad básica de los profesionales de las bibliotecas y de la información.
«Los usuarios de las bibliotecas tendrán derecho a la privacidad personal y al anonimato. Los bibliotecarios y el resto del personal de la biblioteca no revelarán a terceros la identidad de los usuarios o de los materiales que utilizan.»
Declaración de la IFLA sobre las bibliotecas y la libertad intelectual (IFLA: international Federation of librarian associations)
Quería añadir una apequeña anédocta que pienso puede resultar muy ilustrativa sobre los contenidos acerca de los que trata este precioso blog.
El comentario de arriba lo hice el 28 de noviembre. Al día siguiente mi blog recibió una visita desde Google (Mountain view, California), la visita se repitió el día 30 de noviembre.
Nunca había recibido una visita de google (aunque sí una del Ministerio de Defensa por una entrada irrelevante, pero con una palabra clave llamativa para ellos).
Entonces aquí viene la subsecuente pregunta: ¿quién me garantiza a mí que los de Google no hayan accedido a mis cuentas de correo, mi historial de navegación, registros de Google books, etc…Dado el interés que les suscita un comentario de un «don nadie»?
A mí me deja pensando…
¡Hola! Pues es una reflexión muy acertada. Yo tengo algunas similares… por ejemplo, realizar una transacción online (sin usar el buscador Google para hallar la URL de la tienda) y la siguiente vez que uso Gmail, en la barra de anuncios contextuales de la derecha… ahí había un anuncio para un periférico para la cosa que compré. Sin que hubiese alguna referencia a dicha cosa en ninguno de mis correos electrónicos de Gmail. Es verdaderamente preocupante…
Y gracias por seguir el blog!!!!