Lean este post de Schneier que referencia sendos artículos de la BBC y de The Telegraph y en los que se demuestra que (1) se resuelve un crimen por cada 1000 cámaras al año, y (2) los 500 millones de libras invertidas en videovigilancia en los últimos 10 años prácticamente no han servido de nada.
¿La respuesta del gobierno? Que dichas cámaras dan a la comunidad una cierta sensación de seguridad, es decir… puro teatro de la seguridad.
A este paso acabaremos descubriendo que la única justificación de las cámaras es la SENSACIÓN de seguridad que ofrecen. He leido que la mayoría de la publicidad, más que artículos, vende sensaciones . Lo último fue en La Vanguardia del domingo que explicaban que la United Biscuit había diseñado una nueva galleta que no era considerada un producto de pastelería sino de psicología.
Los políticos tienen que vendernos eficacia.
Las videocámaras tienen dos objetivos: que la población se sienta en peligro (y por eso me ponen la cámara cara apuntándome todo el día, y por eso permito que me vigilen en este y otros ámbitos) y que el proveedor amiguete del alcalde o ministro que se llevó el contrato de instalación haga una pasta gansa.
A lo mejor el objetivo no es solucionar crímenes ni dar sensación de seguridad. Las cámaras a lo mejor no son para los ciudadanos, sino para los maníacos del control.
La utilidad fundamental de una cámara es grabar videos y almacenarlos para su dueño. La excusa es la seguridad, el objetivo es la video vigilancia.
Saludos vigi 🙂
Hola Charlie, tienes razón, mi lista de razones no incluye la obvia… que las cámaras sirven para vigilar.