La revista BusinessWeek dedica la portada europea de su edición actual a los avances registrados en los sistemas de vigilancia desde que iniciaron los «ataques terroristas de Al Qaeda». Dado el carácter de la revista, se trata de destacar la enorme importancia económica que están alcanzando los sectores relacionados. Trata tanto tecnologías de la información (data mining, RFID, el sistema Echelon…) como de biomédicas (identificación por saliva, ¡¡por la zancada!!, grandes caveats del uso de la huella dactilar…) y, para las que todavía están en fase de investigación, cuál es el tiempo estimado hasta su posible explotación comercial.
El único punto del artículo en que se hace una ligera mención a los peligros de la adopción sin condiciones de estos sistemas viene en el siguiente párrafo: «One great worry is that those who stand out from the norm or express unpopular views, minorities, the poor, or just the ill-mannered, may get stomped in new and surprising ways.» Suficientemente elocuente para mí, pero ¿y para el resto de lectores?
Aunque solo sea para tener una somera lista de desarrollos desde el lado biométrico me valieron bastante la pena los 5,60 euros que pagué por la revistilla en el aeropuerto de Frankfurt (acabo de encontrar el artículo en internet, arggggh). Como dicen ellos, «worth a read».