Hace poquito hablábamos del programa de «denuncias anónimas» implementada por el gobierno británico para la lucha contra el fraude en la recepción de ayudas del Estado (ya sabes, ese vecino de baja con lumbalgia que se ha ido a esquiar el fin de semana) y decíamos que con esas cosas no se juega, porque dale a un ciudadano cabreado con el vecino de al lado que pone la tele a todo trapo (o se viste de fucsi, color que te daña la vista) un teléfono gratuito de denuncia y verás lo que hace. Ríete de las cazas de brujas de la Edad Media.
Hoy me he despertado con la noticia de que la ministra de interior británica, Jacqui Smith, ha anunciado el plan antiterrorista «Contest-2«, que aporta un giro muy novedoso… en sus palabras, «la lucha contra el terrorismo no solo es asunto de Whitehall -sede de su ministerio-, sino de todos los ciudadanos». Parte importante del plan es la implementación de este enfoque… van a dar formación a 60.000 ciudadanos (como ejemplo citan «encargados de tiendas») para que sean capaces de identificar potenciales terroristas y ayudar a que la gente no se haga terrorista (WTF??, o en castellano: «¿¿¿me lo explique???»).
¿No me creen? Lean, lean en The Independent (en inglés).
Hacia el final del artículo vienen otras perlitas. Entrevistan a un experto en seguridad (¿?) llamado Paul Wilkinson, profesor en la Universidad de St Andrews en Escocia, que nos deleita con un «la sociedad ya está acostumbrada a la videovigilancia y los esquemas de vigilancia vecinal» y que gracias a ello el público está dispuesto a aceptar los nuevos planes del gobierno, que implican subir el nivel de vigilancia al que están expuestos todos los ciudadanos.
¿Les suena la teoría de la privacidad y las ranas que se ponen a hervir en agua tibia y no se dan cuenta del peligro al que están expuestas hasta que es demasiado tarde? Es una metáfora algo rara para explicar que introduciendo gradualmente ciertas medidas se acostumbra a la gente y se logra que cuando una medida más extrema se ponga en marcha, no ofrezcan ninguna resistencia. Pues bien, este que les estamos narrando es un ejemplo perfecto.
Esta mañana el mundo es un poco menos libre.