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Reino Unido: las cámaras de tráfico podrían ser ilegales

Desde hace un tiempo hay personas en el Reino Unido que afirman que las cámaras de tráfico (speeding cameras) pueden ser ilegales, ya que jamás, en sus 18 años de existencia (se empezaron a usar en 1991) han sido aprobadas por el parlamento.

Actualmente hay hasta 80 casos en los tribunales que piden la devolución de los más de 600 millones de libras recaudados desde entonces por multas de exceso de velocidad y de saltarse los semáforos.

Es bueno ver que en el Reino Unido todavía queda gente con ganas de vigilar al vigilante 😉

Crimen de Pontevedra: falló algo mucho más fundamental que la pulserita

En la prensa tradicional están preguntándose por qué falló el sistema que se supone que debía haber protegido a la señora de Pontevedra asesinada por su expareja, supuestamente vigilados agresor y víctima por pulseritas GPS.

La pregunta venderá periódicos pero no es la que ayudará a que más personas en situación de riesgo salven la piel. El problema es mucho más importante, y que yo sepa todavía nadie lo ha cubierto. Nosotros lo hemos dicho muchas veces. Hay problemas que no se solucionan a base de echarles dinero y tecnología encima. El asunto de la videovigilancia es un ejemplo claro. A pesar de lo que nos hagan sentir, los datos “cantan”: no hay una relación directa entre la reducción de tasas de crimen y la instalación de cámaras de videovigilancia. De hecho, hay oficiales de la policía británica que han tenido dos narices, han dado un paso al frente, y han dicho clarito que todo ese dinero invertido en cámaras se podría haber gastado en mejorar las condiciones de trabajo de los agentes, tanto en la oficina como patrullando en la calle con la convicción de que esto sí hace algo por mejorar la seguridad de la población.

¿Por qué afirmamos que sin camaritas, sin pulseritas, y sin chips defectuosos en el pasaporte la seguridad mejora? Pues porque dichos artilugios nos dan una sensación de falsa seguridad. En algunos casos porque debido al puñetero marketing, se afirma tantas veces que la tecnología es infalible (chip del pasaporte) que el agente fronterizo se relaja. “Si tiene chip y se lee bien es un pasaporte pata negra, no tiene sentido que me esfuerce en averiguar si es un documento falso”, piensa él, porque su estado se aferra cabezonamente a la idea feliz de que “es un sistema seguro” y así se lo hacen saber. En otros, por puro fenómeno psicológico. Si el sentido común dice que no saques a pasear el perro por el parque cuando se hace oscuro, el ver esas flamantes y ubicuas cámaras blancas apuntando a todas partes podría dar la impresión al ciudadano de que “la policía está vigilando”, de que los carteristas y violadores ya no operan allá, de que es seguro pasear por allá a esas horas. ¿¿Estamos seguros de que es seguro??

Este caso de las pulseritas desgraciadamente es otro ejemplo. ¿Reagrupar a personas amenazadas, asignarles unos agentes que ronden su domicilio, hacer llamadas frecuentes para ver qué tal va todo? No hombre, no, qué antiguo suena todo eso. Mejor le ponemos una pulserita GPS a futuro agresor y futura víctima “y ya sonará una alarma en la central”. Central, por cierto, que ha sido diezmada de agentes porque claro, “con la pulserita de marras conseguimos un aumento de eficiencia de tanto por cierto, lo cual significa que sobra personal”, así que, pite o no pite la alarma, ¿habrá agentes disponibles para desplazarse a todos los rincones de la geografía española donde un potencial agresor se esté acercando a una potencial víctima? Lo dudo mucho.

Parafraseando a Gabriel García Márquez, esto de Pontevedra no ha sido más que la “crónica de una muerte avanzada”. Muerte por exceso de tecnología.

Anna Roth: Viviendo bajo vigilancia

Anna Roth es la pareja de Andrej Holm, un activista y sociólogo alemán acusado por las autoridades de «terrorismo». Las pautas de su comportamiento que lo delataban: encriptar el email y no tener móvil. Fue detenido en 2007, pasó 3 semanas en la cárcel y desde su salida su vida es permanentemente vigilada por los servicios secretos. Uno pensaría que esas cosas solamente pasaban en la República Democrática Alemana tal y como lo vimos todos en la tremenda película «la vida de los otros«, pero no. Esto pasa en la Alemania que se supone que es la «buena» y pasa hoy en día.

Nos dicen en El Astillero que Anna ha creado un blog para expresar la angustia del día a día sometida a vigilancia constante.

Y ahora ¿nos empiezan a parecer amenazantes esas blanquísimas cámaras de vigilancia que hay instaladas en todas partes «por nuestra seguridad»?

Es por tu seguridad

Acaba de nacer «Por tu seguridad», una nueva plataforma de denuncia a la mengua de los derechos ciudadanos creada por el excesivo celo controlador del poder.

El nombre es genial… la gran excusa que se da para que la gente se «trague» semejante ultraje a unos derechos adquiridos a base de siglos y siglos de lucha y evolución social.

La URL es http://www.portuseguridad.org, y el primer evento organizado fue la jornada «Libertad sin miedo» que se celebró este sábado 11 de octubre.

Veréis que al fin es una plataforma que deja el ciberespacio y sale a las calles. Recomiendo encarecidamente que estéis al pendiente de esta y nuevas actividades.

M’han robao debajo de una cámara ;)

Viernes por la tarde. Aparcamos las bicis en el rack de bicis, justo debajo de una cámara de videovigilancia y a dos metros escasos del vigilante de seguridad que controlaba la entrada al recinto a donde acudimos.

Dos horas más tarde. Volvemos a las bicis. Como buenas latinas que somos, hemos «megaencadenao» nuestras bicis al rack, hasta tenemos los asientos encadenados al marco de la bici. ¡Y menos mal! Porque incluso con videovigilancia y con agente se seguridad nos han intentado robar las bicis. Supongo que al encontrar los asientos bien fijados al marco (algo no muy común por estas latitudes), los choricillos de medio pelo se han debido de enfadar, porque ¡¡¡nos han robado el tornillo y las tuercas del regulador de altura de los sillines!!! ¡¡¡Hay que ser gilipollas!!!

Sigue siendo cierto que la videovigilancia no vale para nada (si eres un ciudadano y te preocupas de tu seguridad, claro) y que los seguratas de la puerta, tampoco. Cuando les fui a avisar de que allá estaban actuando ladrones de bicis, la respuesta fue: nosotros vigilamos lo de dentro, no lo de fuera.

¡¡Viva el escaqueo!!

Pero sobre todo:

¡¡¡¡¡¡Vivan los candados de bicicleta!!!!!

Foucault y el nuevo poder

Dijo Michel Foucault, el filósofo francés, en su obra Surveiller et punir: Naissance de la prison:

Y para ejercerse, este poder debe apropiarse de instrumentos de una vigilancia permanente, exhaustiva, omnipresente, capaz de hacerlo todo visible, pero a condición de volverse ella misma invisible. Debe ser como una mirada sin rostro que transforma todo el rostro social en un campo de percepción: millares de ojos por doquier, atenciones móviles y siempre alerta.

Descubierto en Bottup, a raíz del nuevo paquete de leyes y aplicaciones a la Patriot Act que Sarkozy acaba de poner en marcha.