No acabo de entender para qué quiere Camboya las huellas dactilares de todos sus visitantes, pero las recoge religiosamente a la entrada y a la salida del país.
Me he encontrado esta conversación en un foro de viajes en la que se comentan alternativas para no dar tus huellas. La mejor de todas: escayolarte ambos brazos (¡hasta los puños!) y decir que tuviste un accidente de moto. ¡Más atractivo que cortarte las yemas de los dedos!
Tienes toda la razón del mundo. Opción 2: no ir en la vida 😉